Los compradores por lo regular son turistas. Solo tiene clientes locales para las medias y los monederos.

 

La mercancía que más se mueve son los de García Márquez, Germán Castro, Álvaro Mutis, Vargas Llosa, suspenso o policíacos como John Grisham, y erótica. Algo de autoestima también circula. Y también hay Biblias.

Hay cositas en inglés y portugués.

 

Son bien particulares los ejemplares de esta librería. Los turistas los compran para sus viajes a la selva y al salir suelen devolvérselos a don Jairo para que los ponga otra vez en la vitrina. Así que van y vienen. Han viajado mucho. Escuchado muchas historias, en muchas lenguas, pasado por muchas manos. Libros con mucho recorrido. Mucho. El amor en los tiempos del cólera, por ejemplo, ha ido y vuelto decenas de veces. Necesita ya una restauración.

 

Eso me cuenta don Jairo, el único librero sobre la única librería de Leticia.